Terapia individual
A veces, las personas acudimos a terapia para conocernos mejor a nosotros mismos o como proceso de crecimiento personal. Pero a menudo, recurrimos a la ayuda de un terapeuta cuando queremos aliviar, paliar, superar o entender un sufrimiento que padecemos. Cuando profundizamos en esto, nos solemos percatar de que ese sufrimiento tiene una razón de ser, y que necesita ser entendido, asimilado y aceptado, para poder sobreponerse y avanzar.
En algunas ocasiones es una especie de sufrimiento moral, donde la persona sufre por una vida que no es congruente con sus valores, sintiendo un profundo malestar. De vez en cuando, la persona sufre por tener una visión estrecha de la realidad, pensando que su forma de ver las cosas es la única verdadera. En otras ocasiones, tiene que ver con sufrimiento existencial, cuando uno o una no está convencido del camino vital que está siguiento o cuando siente vacío por carencia de sentido. A menudo, hay sufrimiendo causado por heridas sin sanar del pasado, o dolor causado por una situación presente, que necesita ser expresado, entendido y aceptado. También puede haber sufrimiento generado a partir de tener una sensibilidad diferente, padecido por personas que no se sienten comprendidas, que no se sienten ‘normales’, o sufrimiento a consecuencia de la falta de fortaleza.
El poder hacer nuestros estos sufrimientos y el poder profundizar en ellos, nos puede llevar a una vida más consciente y profunda. Así, una de los pilares del trabajo terapéutico es que el o la paciente sea consciente de lo que le está pasando, darse cuenta del aquí y del ahora y responsabilizarse del mismo. En consecuencia, podrá desarrollar sus potencialidades y así ser más auténtico.