Terapia de pareja
¿Cuándo es adecuado acudir a una Terapia de Pareja?
Una pareja, es mucho más que la suma de dos personas. Cuando basado en algo valioso, es posible compartir nuestra intimidad con alguien y construir un espacio de solidaridad, creamos una nueva pertenencia: la pareja. Un universo propio que creamos entre ambos, que influirá en nuestra identidad individual, y que a su vez, dotarán de una identidad propia a esa pertenencia común las personas que la componen.
En terapia de pareja se abordan los conflictos y sufrimientos de este espacio común, entendiendo que las claves para entenderlos y superarlos están repartidas entre los dos miembros de la pareja.
Lo podemos entender como una casa en la que se convive. Si desde hace un tiempo cuando nos movemos por casa escuchamos ruidos y crujidos, podemos optar por dos opciones principales: o ponemos la música más alta e intentamos no pisar fuerte ni mover muebles demasiado pesados, y así seguiremos conviviendo en la casa mientras se nos haga sostenible. O nos atrevemos a quitar el papel y mirar detrás de las paredes la situación de los cimientos: para valorar si las columnas siguen fuertes y por tanto con algunas reformas para padecer un sufrimiento menor, es posible seguir viviendo en la casa; o al mirar a los pilares, vemos que están comidos por las termitas y valoramos que tal vez lo mejor sea derribarla. Eso es de alguna manera el trabajo que se realiza en terapia de pareja, observar junto a la pareja la situación de los pilares y columnas de detrás de las paredes.
La terapia de pareja por tanto, no es un proceso de mediación, ni tampoco la terapia de un miembro de la pareja bajo la supervisión del otro. Como bien indica su nombre, es una intervención centrada en la relación que ambos componen, en el universo que construyen conjuntamente.